La bajante del río Paraná está en un momento histórico donde los niveles de altura del agua son críticos. Además, el Instituto Nacional del Agua informó que el pronóstico no es alentador para los próximos meses.

Ante este escenario, el Gobierno decretó la emergencia hídrica por 180 días en la cuenca del río Paraná. El Decreto 482 alcanza a las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, Misiones y Buenos Aires, sobre las márgenes de los ríos Paraná, Paraguay e Iguazú.

En nuestra patagonia norte, la baja cantidad de lluvias y nevadas, y la escasa previsión de las mismas para los próximos 15 días despertó la alerta en la región. Es por ello, que la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) declaró la emergencia para las cuencas de los ríos Neuquén, Limay y Negro. 

Elías Sapag, representante de Neuquén en la AIC, dejó cifras escalofriantes que reflejan el momento. “Los embalses en niveles muy bajos, muy cerca de los mínimos, sobre todo en Piedra del Águila y El Chocón y además con una meteorología que pasamos sin humedad en mayo, junio, julio”.

 “Tenemos el 30% de la nieve que debemos tener para sostener la primavera y el verano”.
 

Además, Sapag detalló sobre lo que puede acontecer a futuro. "Dentro de los próximo 15 días no tenemos absolutamente nada, un aire polar  hasta el jueves. En las primeras semanas de agosto aumenta la temperatura y lógicamente va a derretir la poca nieve que ya tenemos”, afirmó. 

 “Lo peor todavía no pasó. El caudal que deberíamos tener hoy en el Limay es mínimo de 600 m3 por segundo y tenemos 300”.

A su vez, destacó que este martes tuvo una reunión con las autoridades de la provincia, entre ellas el gobernador Omar Gutiérrez, y remarcó que están preparando la emergencia para Neuquén para tener los recursos suficientes para palear la crisis en los próximos meses. 

Según lo especificado, los sectores más vulnerables en la provincia neuquina son el centro y el norte, más precisamente, aguas arriba de las represas.